La mujer y su papel en la apicultura
El 8 de marzo de 2021 también fue el día internacional de la mujer apicultora y en el ámbito apícola mundial se dice que el 2021 será el año de la mujer apicultora como eje de la nueva apicultura sostenible y durable. La mujer hoy toma con pasión la apicultura y se pone frente a proyectos de desarrollo en cría de abejas, buscando progreso económico y social para su comunidad y para su bien propio, esto se ve y se nota en el África, América Latina y Asia.
Por: Jaime Abel Sanin Hernández. Apicultor de Cali, Colombia
En las zonas rurales del mundo y en los países en vías de desarrollo las estrategias de medios de vida dependen de la agricultura, a menudo, vulnerables a la seguridad alimentaria. Para los hogares rurales la apicultura es una actividad productora que contribuye con ingresos, tanto a los partícipes de esta actividad como a las economías nacionales, nuestra zona latina se caracteriza por las variadas condiciones climáticas y ecológicas, además, por su gran diversidad vegetal que componen inmensas comunidades de plantas. Podemos convertir la apicultura en una práctica propia que ya cuenta con grandes países como ejemplos; con tecnología propia y adaptada a una amplia gama de ecosistemas.
Los métodos apícolas utilizados no impiden la participación de las mujeres en las actividades de la apicultura. Considerando que la mayoría de las mujeres rurales contribuyen a la producción de alimentos para sus hogares en un 70% y su participación en la apicultura es del 37.8%.
Como existe el estigma psicológico creado en las mujeres de que el manejo de abejas es una actividad de hombres se está negando así el potencial útil de las mujeres.
Los enfoques actuales más modernos están fomentando la participación de las mujeres en el cuidado y explotación de las abejas, tanto en su producción como en la comercialización de los productos de las mismas. La apicultura brinda oportunidades para las personas empobrecidas o de bajos ingresos que complementarían sus ganancias con la recolección de todos los productos de las abejas. El papel de las mujeres en la apicultura sería y es primordial.
La falta de habilidad en el manejo y producción de las colmenas no puede ser un impedimento para aquellas mujeres poseedoras de verdadero talento e interés en conocer la productividad de las colmenas, ellas ya han demostrado ser participativas en muchos aspectos del manejo de abejas y ninguna barrera cultural puede impedirles su accionar en este trabajo, las mujeres quieren trabajar verdaderamente en las prácticas apícolas. Se debe preparar a las apicultoras para que sean emprendedoras en el largo plazo con formación continua, con tutorías e intercambio de saberes. Su caminar en la apicultura debe ser un proceso inclusivo, participativo y sensible a su género, deben ser pués, ser incorporadas al conocimiento.
Las mujeres apicultoras de hoy, tienen en el ayer grandes mujeres apicultoras, nombres como Agnes Baden Powell hermana del fundador de los Boyscouts, quien a finales del siglo XIX animó a miles de jóvenes apicultores a comprar herramientas propias para trabajar la colmena. Anna Botsford quien en 1905 escribió “Como Criar Abejas” un manual para los principiantes en apicultura, fue gran educadora de apicultores norteamericanos. Eva Crane física cuántica y nuclear que se volvió apicultora, conocida como “La dama de la apicultura” fundadora de la Asociación Internacional de Investigación de Abejas IBRA y la edición de la revista Bee World. Sylvia Plath, la poetiza de las abejas. Otras famosas científicas apicultoras como Marla Spivak, Susan Cobey, Juliana Rangel, Alicia Costa, Fani Hatjina y muchas de nuestros países, biólogas, entomólogas con una gran conciencia sobre la vida y producción de las abejas y totalmente posicionadas en la apicultura.
El desafío primordial para los gobiernos es el compromiso con las mujeres en formación, cultura y tecnologías apícolas modernas y no dejarlas en el conocimiento tradicional sin habilidades para estar actualizadas.
Bien sea, en apicultura a pequeña escala o en camino a grandes empresas apícolas, las mujeres deben tener acceso a la tierra para estar conectadas con el campo en lo ambiental y ecológico, siempre acompañadas y bien asesoradas para que logren rentabilidad y sostenibilidad con un enfoque colaborativo. A las mujeres se les debe:
- Proporcionar capacitación en todos los ámbitos de la apicultura, con un formato de enseñanza probado.
- Dar apoyo técnico y acceso a los mercados de manera organizada y buscando beneficios.
- Dar visión de futuro y durabilidad en el proyecto para que se comparta el progreso y los resultados.
Todo esto mejorará a las apicultoras que sabrán apoyar a las abejas melíferas que les permitirá desarrollar conexiones con otras mujeres apicultoras y también con las agricultoras. Con el éxito mejorarán su producción, esto ayudará a más valoración y tendrán más oportunidades para maximizar el uso de la tierra y se limitará el daño ambiental. Cuando ellas cuantifiquen los beneficios se darán cuenta de la efectividad de los proyectos que iniciaron y adoptaran una visión hacia la investigación.
Los beneficios ambientales alcanzados mediante ejercicios prácticos y útiles, necesarios para la conservación y protección de sus abejas y para que otros polinizadores continúen viviendo, con esto mejorará su visión global del medio ambiente.
La apicultura será base de empoderamiento para las mujeres en el futuro, veremos la creación de redes de mujeres apicultoras, mejorarán sus vidas y las de sus familias en términos de salud, educación y ahorro. Las mujeres en el futuro estarán en la expansión masiva del comercio mundial de abejas melíferas, debido a la polinización controlada y a la producción de miel. Aunque aumentará la distribución geográfica de parásitos y patógenos virales, bacterianos y fúngicos de las abejas melíferas las mujeres estarán ayudándolas. Muchos países devastados por los conflictos sociales y la violencia consideran a la apicultura como un camino para situar a las mujeres en lo social y económico.
La apicultora es y será una vía de ingresos e independencia, es un flujo retributivo. Las mujeres habrán de escribir una historia de éxito dulce al dedicarse a la apicultura.