LA APICULTURA PROTEGE
Quienes cuidamos a las abejas, es decir, practicamos apicultura, percibimos un rédito
que personalmente lo categorizo de dos diferentes modos: uno aquel que es posible de ser
contabilizado, registrado, mensurado, computarizado, etc., y el otro, sin duda el más importante, que no es posible de ser contado, pero es el que nos brinda mejores resultados o beneficios o pues lo “sentimos”. El primero queda en los bolsillos, bancos, cajas fuertes, etc. y el
segundo atesorados en el cuerpo del apicultor, brindándole: aumento de sus defensas orgánicas, equilibradas funciones de sus diferentes sistemas, bienestar orgánico etc., es decir la
apicultura le ocasiona salud al apicultor.
Esta aseveración ha sido manifestada en distintas ocasiones, como la que en su momento
fuera publicada por la Asociación Alemana de Apicultores que tras la revisión de muchos certificados de defunción solo habían hallado muy pocos fallecimientos por cáncer entre apicultores no así entre otros diferentes oficios o profesiones.
Un dato muy reciente sobre lo que estoy haciendo referencia es lo ocurrido en la provincia de
Hubei, el epicentro de COVID-19 en China, donde la asociación local de apicultores realizó
una encuesta entre apicultores. Se encuestó a un total de 5115 apicultores del 23 de febrero
al 8 de marzo, incluidos 723 en Wuhan, el epicentro del brote en Hubei. Ninguno de estos apicultores desarrolló síntomas asociados con el COVID-19 y su salud era totalmente normal.
Después de eso, se entrevistaron a cinco apiterapeutas en Wuhan y se siguieron a 121 pacientes de su clínica de apiterapia. Estos pacientes habían recibido apiterapia desde octubre
de 2019 hasta diciembre de 2019, y los cinco apiterapeutas que tienen el hábito de autoapiterapia para su propio cuidado de la salud. Dos de los cinco apiterapeutas estuvieron expuestos a casos sospechosos de COVID-19 y otros estuvieron expuestos a casos confirmados de
COVID-19, pero ninguno de ellos finalmente se infectó. Ninguno de los 121 pacientes estaba
infectado por SARS-CoV-2, y tres de ellos tenían contacto cercano con familiares inmediatos
que fueron casos confirmados de infección por SARS-CoV-2.
Los ejemplos mencionados son claras pruebas de lo aseverado en un comienzo de este artículo: el apicultor es un beneficiario de su profesión ya que las abejas lo protegen por
su dedicación a ellas.
Hugo Aguirre
Médico Cirujano MP 608