Editorial 645
Postales de la movilización.
Los apicultores en general somos personas más bien tranquilas, de preocuparnos por la realidad en general pero más abocados a conversar sobre el clima, el desarrollo de nuestras abejas, de cómo van los núcleos, la fecundación, la cosecha y el precio de la miel. Cuesta que salgamos de ese círculo de temas, que nos pongamos a debatir el modelo de apicultura que queremos, de cómo relacionarnos con la agricultura o que necesitamos para seguir creciendo y para donde…
Nos percibimos en general como un sector pequeño, poco influyente, dividido y sin la capacidad de modificar la realidad, en un modelo actual de hacer política en donde cada vez es más difícil militar por un ideal, pero con la gran responsabilidad de comunicar los problemas que enfrentan nuestras abejas y por ende el ambiente que vivimos, nuestra casa.
Pero siempre hay un momento para romper esas actitudes, de manifestarnos abiertamente y decir acá estamos, esta es nuestra realidad y queremos modificarla y tienen que saberlo.
Y eso ocurrió el 28 de septiembre pasado, en la movilización de apicultores convocada por la Sociedad Argentina de Apicultores, que tuvo tres puntos de concentración en forma coordinada y que en la Ciudad de Buenos Aires se manifestó en forma ambulante por diferentes puntos estratégicos para la apicultura y el público general. Todos hechos inéditos en la historia de nuestro sector.
La felicidad de los manifestantes supera cualquier otra actitud, el poder explicarle a la gente que hacemos los apicultores, que nos están matando las abejas, que nos quieren cobrar por polinizar y que deben parar con los venenos, dicho esto entre humo y ofreciendo nuestra preciada miel con etiquetas ilustrativas, con folletos, autos, camiones con colmenas y consignas en la ruta y en la ciudad. Una fiesta de la expresión.
Luego podremos analizar muchas cosas y responder muchos cuestionamientos, pero el sentir que hicimos lo necesario, que nos expresamos, que nos pudieron ver y que hoy más gente sabe lo que está pasando con el ambiente y la apicultura nos llena de satisfacción como apicultores y como Sociedad. Cuesta, pero la gente está. Gracias por permitirnos renovar la posibilidad de seguir creyendo que podemos construir nuestro futuro entre todos.
Mesa Directiva – SADA