El otoño del apicultor
En los últimos años, el cambio climático y el modelo agroindustrial del país, nos ponen ante un escenario realmente cambiante cuando llegamos al momento de cerrar la temporada productiva y preparar las colmenas para la invernada. Este combo hace que el apicultor cada vez deba conocer más sobre el comportamiento y las necesidades de una colonia de abejas.
De aquí que cada uno de los colegas deba definir “su” estrategia para terminar la cosecha y comenzar con los trabajos de otoño. Surgen muchas preguntas en este momento:
¿Cuándo debo hacer la última pasada de cosecha?; ¿Inverno solo con cámara de cría o dejo la melaria? ¿Hago núcleos tardíos o en la próxima primavera? ¿Coloco el guardapiqueras? ¿Dejo que la cámara se bloquee naturalmente o la ayudo con jarabe?
Así podríamos agregar muchas preguntas mas que los apicultores nos hacemos todos los fines de temporada (o principio de la siguiente), lo importante es que cada uno defina su modelo personalizado de acuerdo a una serie de variantes:
- Experiencia en el rubro y en la zona
- Disponibilidad de tiempo y recursos
- Distancia y acceso a los apiarios
- Costos de insumos y suplementos
- Planificación para la siguiente temporada, etc.
- A partir de conocer estas variantes se pondrán en marcha los trabajos correspondientes.
Lo primero que debemos definir es cuando terminar la cosecha. Esto es muy sencillo si la temporada vino de acuerdo a lo esperado en cuanto a rindes, en cambio, cuando la temporada es mala, el apicultor retarda el cierre esperando las últimas entradas de néctar. Este último escenario es el que se está volviendo mas habitual, situación que nos obliga a estar muy atentos a factores como sanidad y nutrición de las colonias.
También es importante con que tipo de colmena enfrento el invierno. Hay diferentes combinaciones: cámara de cría, cámara y media, doble cámara, o cualquier otra combinación que el apicultor decida. Será importante el uso de entretapa y guardapiquera de acuerdo a lo elegido. Dejar o no material melario encima de las colmenas, muchas veces depende de la capacidad de guardar ese material ocioso, tengamos en cuenta que es sumamente valioso el material obrado por las abejas, este nos ayudará mucho la próxima temporada.
En cuanto a sanidad, el gran tema de fin de temporada es Varroa. Es imprescindible hacer conteo, aplicar el acaricida y repetir el conteo a los 10 días aproximadamente, así podremos ir monitoreando la efectividad, o no, del tratamiento elegido. Si la carga de Varroa bajó de acuerdo a lo esperado, solo resta concluir el tratamiento. Si no fuera así, habrá que cambiar de principio activo y volver a contar para no correr riesgos.
Un tema de debate entre apicultores, es si dejamos miel o bloqueamos artificialmente la cámara de cría. Por supuesto que ambas opciones son válidas de acuerdo al tipo de explotación que cada uno lleve adelante. Lo importante en este caso, es que la colonia quede con suficientes reservas energéticas para afrontar el período invernal. En caso de optar por el bloqueo con jarabe, es recomendable dar la mayor cantidad en el menor tiempo posible, logrando así el efecto deseado. Si hacemos un buen trabajo en este punto no será necesario alimentar las colmenas en épocas de frío.
Con respecto al tema de las proteínas, cada vez es más común la escasez de polen, ya sea en cantidad y/o en calidad. Será muy importante entonces la colocación de suplementos proteicos que nos aseguren que todas esas abejas que deban afrontar el invierno, formen de manera correcta sus cuerpos grasos. Esto permitirá que esta población de larga vida, sea el motor para las primeras camadas de la primavera siguiente.
Estos son los trabajos que ningún apicultor puede obviar en el otoño. Entendamos que cuanto mejor entra la colonia a la invernada, menos mortandad tendremos y más fácil será llevar adelante la planificación de la próxima temporada.