Editorial 656

Discurso de Paola Bagnasco representando a SADA en la apertura de la Semana de la Miel y el Día Mundial de la Abeja 

Muy buenos días. 

Nos encontramos hoy para celebrar dos fechas de enorme relevancia para nuestro país: el Día Mundial de la Abeja y la Semana de la Miel. Dos momentos que nos invitan a mirar con atención y con respeto el trabajo de miles de apicultoras y apicultores argentinos, y el rol fundamental que cumplen las abejas en el equilibrio ambiental y en nuestra economía. 

Desde la Sociedad Argentina de Apicultores (SADA), se trabaja desde hace décadas para representar, defender y promover los intereses de quienes se dedican a la apicultura en nuestro país. SADA es una organización sin fines de lucro, que agrupa a apicultores de todo el territorio nacional, grandes, medianos y chicos, acompañándolos con formación técnica, asesoramiento, y promoviendo actividades que fortalezcan el sector. Su tarea no se limita al acompañamiento: también cumple un rol estratégico en la articulación entre el sector productivo, la ciencia, las instituciones estatales y la sociedad. Gracias a su trabajo incansable, hoy la apicultura argentina tiene voz, peso y futuro. 

La Semana de la Miel es, para todos nosotros, mucho más que una campaña de difusión. Es una oportunidad concreta para acercar sus productos a los consumidores, para compartir el fruto de un trabajo dedicado, artesanal, comprometido con la naturaleza y con la calidad.  

En este marco, creemos que es fundamental fomentar el consumo interno de la miel y de todos los productos derivados de la colmena. Argentina es uno de los principales exportadores de miel del mundo, pero paradójicamente, nuestro consumo interno aún es bajo. Es clave revertir esto. Que las familias argentinas puedan acceder a productos nobles, saludables, de alta calidad y a precios accesibles. 

Y en ese salto natural, cuando elegimos consumir lo nuestro, también estamos apoyando directamente a quienes crían abejas, a quienes cuidan una de las especies más importantes para la vida en el planeta. La abeja no es solo un símbolo de trabajo y cooperación, es una aliada indispensable para la biodiversidad, la producción de alimentos y el futuro del ambiente. 

Por eso, como representante de SADA y como ciudadanos comprometidos, celebramos que existan acciones de gobierno que impulsen esta actividad. Porque creemos en una apicultura fuerte, federal, con valor agregado, y porque no hay desarrollo sustentable posible sin soberanía alimentaria. 

Consumir miel argentina es mucho más que un acto cotidiano, es una forma concreta de construir un país más justo, más sano y más conectado con sus raíces. 

Muchas gracias. 

14 de mayo de 2025