La apicultura como herramienta de desarrollo sustentable
La apicultura como herramienta de desarrollo sustentable. Motor de la trasformación social.
Durante la Exposición Apícola de Macia (Entre Ríos), tuvimos la oportunidad de escuchar la conferencia del Lic. Apícola Pablo Chipulina, Coordinador Apícola de la provincia de Chaco. Un ejemplo claro de porqué la apicultura puede ser una herramienta del desarrollo sustentable a nivel regional y el importante rol de la organización de los apicultores en el proceso.
Gaceta del Colmenar: – ¿Cómo fue la respuesta del público ante tu exposición sobre el desarrollo de la producción orgánica en la provincia del Chaco?
Pablo Chipulina: – La producción de miel orgánica siempre es un tema de interés en estas jornadas para apicultores que nos visitan de todo el país. Chaco tiene un proceso de trabajo que comenzó en el año 2000, con el programa PRODERNEA, del cual solo quedaron dos productores grandes, en ese tiempo el mercado no estaba dispuesto a pagar un precio diferencial. Se retoma en el 2015 sobre una plataforma mas organizada con 22 salas de extracción habilitadas por SENASA y una red de técnicos territoriales y fundamentalmente con una red de organizaciones apícolas de productores. A partir de ahí se comenzó un proceso de certificación donde el estado preferenciaba la certificación los dos primeros años, hasta que el productor podía vender su producto como Orgánico. La empresa Mieles del Chaco tuvo un rol muy importante ya que participo como aliado comercial de este proceso, comprando el 100 % del volumen de la miel producida. Actualmente tenemos 123 productores, que son dueños de su certificado, después comercializan todos juntos para mejorar, pero si quieren salir a vender fuera de ese grupo pueden vender. Lo mas importante es la zona donde se desarrolla este proceso, escasa comunicación, escaso servicios, caminos de tierra no cuenta con muchas posibilidades laborales, ahí es donde el rol de la apicultura comienza a ser el motor de transformación social. Lo vimos con los planes JOVENES que hacíamos en la provincia, cuando más oportunidades había en el lugar donde generábamos el PLAN JOVEN, menor era la cantidad de productores que quedaban. Así nace la asociación civil de jóvenes con 17 integrantes que tenían entre 5, 10, 15 colmenas, de esos chicos hoy son 16 productores apícolas, algunos con 400 colmenas y que viven de la apicultura.
GC: – ¿Cómo lograron que el gobierno provincial colabore en este proceso?
PCH.- Aquí hay 20 años de trabajo, de proceso y desarrollo, si bien me toca contarlo a mí, estuvo Andrés Prieto, Carlos Gómez que armo el área apícola del ministerio, pero también productores que hicieron historia como Sergio Yurchuk, que permitieron tener la ley apícola provincial. Sobre esa plataforma se pudo construir una diferenciación del producto y que el mismo estado buscara una herramienta para hacer mas efectivo los recursos, vinculándose a las organizaciones a través del financiamiento, por que de esta forma era más fácil con la organización y no con los productores sueltos. Hoy la fuerza que tiene la provincia de Chaco son las organizaciones por que sirven para dirigir el financiamiento del estado, y no irnos en los tecnicismos, sea mesa, consejo, red de organizaciones el tema que entendamos que necesitamos estar sentados en la mesa discutiendo, para llegar a buen puerto. Si los organismos decisores ven que el sector internamente tienen conflicto es muy difícil que lo apoyen, esto ha permitido que el estado vea en la apicultura una actividad que esta muy similar a productivas de sorgo que generan ingresos muy importantes y que permite fuentes de autoempleo.
Otra vinculación impórtate son las comunidades de pueblos originarios de la comunidad QUOM. Hoy están sacando 14 tambores que puede parecer insignificante, pero para estos grupos que no tiene posibilidad de desarrollo y viven de asistencia, en tierras comunitarias que son muy buenas para la producción apícola, que le genera ingresos genuinos y año a año van buscando crecer. Todo eso hace que el estado diga es importante que los acompañemos.
GC:- Una de las cosas que nos llamó la atención durante tu disertación, fue cuando mostraste un camión cargado con rolos de madera y otro cargado con tambores de miel e hiciste una diferenciación del aspecto económico, ¿podes reiterarlo?
PCH.- Lo que busco con esa imagen es mostrar que hay ciertas actividades que son extractivas, similares a la minería y hay otras actividades como la apícola, si es con diferenciación certificación orgánica mejor, que permiten complementar actividades productivas. Ese el desafío como cadena, hablo de lo que es la parte orgánica en la provincia, poder realmente vincular los sectores donde se está haciendo apicultura orgánica y así otras producciones como carbón vegetal certificado, carne a pasto, etc., ya que a nivel mundial se buscan estas interacciones y productos y es necesario que lo hagamos. De esta manera vamos a garantizar la sustentabilidad del proceso, por que no todos pueden ser apicultores ni ganaderos, necesitamos vincular las actividades y ahí es done vemos cual es el proceso extractivo que genera un recurso que no es renovable, por que el tiempo de regeneración de ese hablamos de un mínimo de 25 años, entender el mensaje por que los apicultores usamos cajones de madera de monte nativo, ese mismo algarrobo en pie nos da polen, néctar, evita la erosión de suelo y permite que ingrese la humedad, entender la complejidad del ecosistema es lo que nos debemos como sociedad, eso es lo que queríamos mostrar con esa foto camión cargado con miel orgánica. La miel en ese momento se vendió a un promedio de 165 mil pesos el tambor, que permitió que el monte este en pie, ponderar al productor que de pronto tenia una bici a pasar a una moto, entonces socialmente el productor pasa a tener un estatus, estimula a otros decir vamos por acá, ¡Vamos por la apicultura!
GC: – Muchas gracias por tus conceptos.