Editorial 646
Lo que la pandemia nos dejó
Luego de dos años de incertidumbre y ansiedades, al parecer, se logró vencer a la pandemia. Si bien como apicultores tuvimos la posibilidad de transitar y movernos y no estar encerrados y aislados, sufrimos problemas en las fronteras o la imposibilidad de ingresar al pueblo vecino, de juntarnos más de 10 personas en una reunión o lo más doloroso de perder a un ser querido.
Hoy volvemos a transitar, podemos ir y venimos con nuestras colmenas, alzas de miel, material y envases. Parece ser que la pandemia nos dejó pocas cosas como aprendizaje, puede ser los encuentros virtuales, que por diferentes motivos nos mantuvieron en contacto con otras personas y que ocuparon nuestro tiempo, muchas veces hasta el hartazgo.
Si bien todos perdimos algo y estuvimos en riesgo en algún momento en forma personal, las instituciones civiles como asociaciones, centros y cooperativas sufrieron grandes pérdidas, sobre todo en capital humano, ya que las actividades como la capacitación, eventos sociales o gremiales no fueron demandados y por ende y ante la incertidumbre tampoco apoyadas económicamente. Muchos miembros nunca se adaptaron a las comunicaciones virtuales y lo que al principio fue un avance, luego margino a muchos y las comisiones se desmembraron.
La Sociedad Argentina de Apicultores no fue la excepción, y sus más de 80 años de historia no fueron suficientes para poder afrontar la pandemia sin sobresaltos. Los primeros meses todos pensábamos que ya pasaba, y no fue así. Tuvimos ayuda del gobierno, pero no era suficiente para mantener a la sociedad y sus empleados. A mediados del 2020 la preocupación de la Mesa Directiva se había transformado en urgencia.
El primer grupo en reaccionar fueron los miembros de la escuela, que con las herramientas que tenían y con unas ganas enormes de seguir adelante, grabaron clases frente a colmenas y pizarrones. El director paso a ser un editor de videos y con la ayuda de todos se empezaron a construir los cursos virtuales, que a partir del segundo semestre tuvieron una gran aceptación.
Luego fue el tiempo de definir los congresos, primero el Latinoamericano, que logramos entre un grupo de instituciones apícolas de la región, generar un espacio de intercambio que fue todo una enorme experiencia, llegando no sólo apicultores de todo el mundo sino a muchas personas que querían escuchar alguna que otra conferencia e informarse de lo que pasaba en la apicultura.
Para el Congreso Argentino ya teníamos algo más de experiencia y contamos con la colaboración del mayor grupo de investigadores apícolas de Argentina y logramos, junto al INTA, un excelente congreso.
También tuvimos que manifestarnos, la constante pérdida de colmenas, la contaminación de los alimentos y las barreras interprovinciales fueron el motivo para que los apicultores reaccionáramos, en forma pacífica, informando a la población de estos problemas.
La Gaceta del Colmenar, medio de comunicación oficial de la Sociedad, tampoco estuvo ajena a estos cambios. Nos transformamos en un medio digital para poder llegar a los diferentes dispositivos, con muchas más prestaciones, imágenes, interactivas con otras páginas de información y a la vez con el acceso libre a todo el público interesado. Sin embargo y luego de analizarlo, vemos que los apicultores somos más de la lectura impresa, ya que a duras penas manejamos el celular. Es por ello que decidimos asumir el riesgo y con el apoyo de las empresas que anuncian en la Gaceta salir de nuevo, al menos algunos numero por año, en formato impreso sin dejar el formato digital.
Necesitamos reconstruir nuestras entidades, ya que es la única garantía de generar espacios de debate, capacitación y representación. En breve celebraremos nuestra próxima Asamblea y SADA, al igual que las otras instituciones apícolas, necesitan de la participación de sus socios. Es imprescindible que asumamos este rol en forma activa, que nos acerquemos a nuestra entidades, que seamos más solidarios y participativos, debemos entender que en este mundo estamos todos juntos y dependemos el uno del otro y para mejorarlo tenemos que contar con nuevas ideas y más brazos que la lleven adelante. Su sociedad lo necesita más que nunca.
Mesa Directiva – SADA
Marzo 2022