Editorial 651
APICULTORES UNIDOS Y ORGANIZADOS
Todos los apicultores argentinos somos conscientes de que estamos viviendo un muy mal momento económico debido al bajo precio que percibimos por la miel, que no ha aumentado en relación al valor de los principales insumos como el combustible, la mano de obra, los alimentos y ni que hablar de los envases.
Esta baja tiene dos causas principales, el descenso del precio internacional de la miel, ya que por ejemplo en el período enero-diciembre del 2022, el valor promedio general de las exportaciones argentinas fue de 3.388,49 dólares la tonelada, contra el 2.579, 34 dólares promedio para el período de enero a agosto 2023. Esta baja del 25% en los precios internacionales es más notoria en las mieles oscuras, debido a la gran cantidad de pseudo mieles que han ingresado al histórico bloque comprador, como son los países europeos. Este es un tema que preocupa a nivel mundial y fue debatida en las mesas de mercado internacional y mesas redondas regionales, como en los pasillos de la última APIMONDIA celebrada en Santiago de Chile a principios de septiembre, ya que está alterando toda la apicultura mundial.
El segundo orígen es interno de Argentina, debido a la canasta de dólares que tenemos que hacen que el dólar mayorista (que es al que se liquida la miel) tenga un valor del 50% en relación al dólar blue que es en base al que se ajustan los precios de los insumos.
Esta situación no es nueva, ya en octubre del 2022 el Consejo Federal de SADA envió notas al Ministro de Economía, Sergio Massa y al Secretario de Agricultura de Nación, Juan José Bahillo, que recibió a miembros del Consejo Federal y conversaron sobre la situación. La primera respuesta del Secretario fue que entendía la situación y que se comprometió a ayudar al sector a través de la creación de Fondos Rotatorios coordinados por la entidades organizadas dentro del Consejo Federal, comentando la posibilidad de un dólar diferencial para las economías regionales, en donde estaba incluída la miel, y también un programa directo de apoyo sectorial para los pequeños y medianos apicultores.
Los tiempos de la burocracia hicieron que el dólar miel, que se creó dentro de las Economías Regionales, no tuviera impacto real en el precio, ya vaticinado por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) cuando se reunió con los miembros del Consejo Federal de SADA. En agosto se recibieron los Fondos Rotatorios y se empezaron a distribuir. En este último mes recién se puso en marcha el Programa de Fortalecimiento Apícola, el que había sido anunciado en mayo, por lo cual hoy muchas de las cifras de los aportes son irrisorias y aun esperemos que se concreten, ya que algo antes que nada.
Muchas de estas medidas fueron producto de reuniones de los miembros organizados de la apicultura, tanto en el Consejo Federal de SADA, como en los Consejo y Mesas Nacionales o provinciales. Trabajo arduo de representación voluntaria de muchos apicultores que viven de su trabajo apícola pero le dedican una parte de su tiempo a representar a sus colegas en forma honoraria y bajo la premisa de mejorar el sector.
Hace unos días atrás, varios grupos de apicultores salieron a la ruta a manifestar la problemática de la apicultura. El reclamo es justo y es el mismo que el Consejo Federal de SADA llevó al Secretario en octubre del 2022, es decir casi un año antes. Obviamente la situación ha cambiado, pero no el problema central.
Lo sorprendente es que estos apicultores creen que su realidad es diferente a la de los que estamos organizados, pero nunca se enteraron lo que estábamos haciendo, inclusive en algunos grupos de WhatsApp solicitan imperativamente que informemos qué han hecho SADA y el Consejo Federal o los Consejos Provinciales.
Todos tenemos derecho a manifestarnos, pero debemos informarnos. Si no podemos cometer muchos errores y equivocarnos de objetivo o de cómo planteamos el problema. Más si atacamos a los que día a día trabajan por el bien del sector sin pedir nada a cambio, o solamente que respeten su trabajo. Como por ejemplo entender que este es un problema coyuntural y que hay problemas más grandes como el avance del modelo agoindustrial que destruye ambientes y ecosistemas, contamina la tierra, el agua y hasta los alimentos naturales que producimos.
Lo peor que podemos generar es una ruptura sectorial cuando el reclamo es el mismo, lo que cambia es la metodología y los resultados. Debemos fortalecer las entidades para poder seguir creciendo como sector y superar los problemas coyunturales. Desde SADA y las entidades del Consejo Federal, las puertas siempre estuvieron abiertas y lo seguirán estando para los apicultores que quieran sumarse a trabajar por una apicultura mejor.
Mesa Directiva de SADA
APICULTORES UNIDOS Y ORGANIZADOS
Todos los apicultores argentinos somos conscientes de que estamos viviendo un muy mal momento económico debido al bajo precio que percibimos por la miel, que no ha aumentado en relación al valor de los principales insumos como el combustible, la mano de obra, los alimentos y ni que hablar de los envases.
Esta baja tiene dos causas principales, el descenso del precio internacional de la miel, ya que por ejemplo en el período enero-diciembre del 2022, el valor promedio general de las exportaciones argentinas fue de 3.388,49 dólares la tonelada, contra el 2.579, 34 dólares promedio para el período de enero a agosto 2023. Esta baja del 25% en los precios internacionales es más notoria en las mieles oscuras, debido a la gran cantidad de pseudo mieles que han ingresado al histórico bloque comprador, como son los países europeos. Este es un tema que preocupa a nivel mundial y fue debatida en las mesas de mercado internacional y mesas redondas regionales, como en los pasillos de la última APIMONDIA celebrada en Santiago de Chile a principios de septiembre, ya que está alterando toda la apicultura mundial.
El segundo orígen es interno de Argentina, debido a la canasta de dólares que tenemos que hacen que el dólar mayorista (que es al que se liquida la miel) tenga un valor del 50% en relación al dólar blue que es en base al que se ajustan los precios de los insumos.
Esta situación no es nueva, ya en octubre del 2022 el Consejo Federal de SADA envió notas al Ministro de Economía, Sergio Massa y al Secretario de Agricultura de Nación, Juan José Bahillo, que recibió a miembros del Consejo Federal y conversaron sobre la situación. La primera respuesta del Secretario fue que entendía la situación y que se comprometió a ayudar al sector a través de la creación de Fondos Rotatorios coordinados por la entidades organizadas dentro del Consejo Federal, comentando la posibilidad de un dólar diferencial para las economías regionales, en donde estaba incluída la miel, y también un programa directo de apoyo sectorial para los pequeños y medianos apicultores.
Los tiempos de la burocracia hicieron que el dólar miel, que se creó dentro de las Economías Regionales, no tuviera impacto real en el precio, ya vaticinado por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) cuando se reunió con los miembros del Consejo Federal de SADA. En agosto se recibieron los Fondos Rotatorios y se empezaron a distribuir. En este último mes recién se puso en marcha el Programa de Fortalecimiento Apícola, el que había sido anunciado en mayo, por lo cual hoy muchas de las cifras de los aportes son irrisorias y aun esperemos que se concreten, ya que algo antes que nada.
Muchas de estas medidas fueron producto de reuniones de los miembros organizados de la apicultura, tanto en el Consejo Federal de SADA, como en los Consejo y Mesas Nacionales o provinciales. Trabajo arduo de representación voluntaria de muchos apicultores que viven de su trabajo apícola pero le dedican una parte de su tiempo a representar a sus colegas en forma honoraria y bajo la premisa de mejorar el sector.
Hace unos días atrás, varios grupos de apicultores salieron a la ruta a manifestar la problemática de la apicultura. El reclamo es justo y es el mismo que el Consejo Federal de SADA llevó al Secretario en octubre del 2022, es decir casi un año antes. Obviamente la situación ha cambiado, pero no el problema central.
Lo sorprendente es que estos apicultores creen que su realidad es diferente a la de los que estamos organizados, pero nunca se enteraron lo que estábamos haciendo, inclusive en algunos grupos de WhatsApp solicitan imperativamente que informemos qué han hecho SADA y el Consejo Federal o los Consejos Provinciales.
Todos tenemos derecho a manifestarnos, pero debemos informarnos. Si no podemos cometer muchos errores y equivocarnos de objetivo o de cómo planteamos el problema. Más si atacamos a los que día a día trabajan por el bien del sector sin pedir nada a cambio, o solamente que respeten su trabajo. Como por ejemplo entender que este es un problema coyuntural y que hay problemas más grandes como el avance del modelo agoindustrial que destruye ambientes y ecosistemas, contamina la tierra, el agua y hasta los alimentos naturales que producimos.
Lo peor que podemos generar es una ruptura sectorial cuando el reclamo es el mismo, lo que cambia es la metodología y los resultados. Debemos fortalecer las entidades para poder seguir creciendo como sector y superar los problemas coyunturales. Desde SADA y las entidades del Consejo Federal, las puertas siempre estuvieron abiertas y lo seguirán estando para los apicultores que quieran sumarse a trabajar por una apicultura mejor.
Mesa Directiva de SADA
Octubre 2023
Los 85 años de nuestra sociedad es muestra de que se puede trabajar organizados por el bien común y así lo seguiremos haciendo.
Los 85 años de nuestra sociedad es muestra de que se puede trabajar organizados por el bien común y así lo seguiremos haciendo.